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La lectura infantil en Argentina y Brasil

El martes pasado, 20 de septiembre, se realizó en Conabip una charla con Gabriela Pellegrino Soares, doctora en Historia de la Universidad de San Pablo, Brasil.

Gabriela Pellegrino compartió con el público presente su investigación de doctorado, que publicó en forma de libro bajo el título de “Sembrar horizontes: una historia de la formación de lectores en Argentina y en Brasil, 1915-1954”. Allí, la autora analiza la emergencia de la literatura infantil en la primera mitad del Siglo XX, intentando comprender los esfuerzos realizados en cada país para promover la práctica de la lectura no escolar entre los niños.

Durante la charla la autora explicó cómo, al diferenciarse de la literatura específicamente producida para la escuela, la literatura infantil fue constituyendo un campo propio, buscando la ampliación del público lector y la democratización del conocimiento. 

Para llevar a cabo su investigación, la historiadora brasileña hizo una de radiografía de los principales escritores que escribían para un público infanto-juvenil (Álvaro Yunque, Horacio Quiroga, Constancio Vigil, Javier Villafañe, en Argentina, y Monteiro Lobato, en Brasil). Además, estudió el rol que los mediadores culturales tuvieron en la circulación y difusión de libros en cada caso. Según cuenta Gabriela, las principales preguntas de la época giraban en torno a ¿qué literatura es capaz de despertar el placer de la lectura? ¿cuál sería el repertorio ideal para un joven lector? ¿debemos determinar qué debe ser leído o dejarlo libre? ¿cuál es el rol del bibliotecario, del maestro, del educador? Cuestiones que todavía hoy están en debate...

Al final de la charla se abrió un espacio para preguntas del público. Consultada acerca de cómo despertar la motivación del público infanto-juvenil, Gabriela Pellegrino decidió poner un ejemplo personal, y hablar de su experiencia como madre. Al leerle a sus hijos, fue poniendo en práctica años de teoría. La conclusión a la que llegó es que lo más importante es que el libro enganche al lector por su sensibilidad. Los libros que atraen son aquellos con una osadía particular, que a veces los niños no comprenden del todo, pero que disparan la curiosidad. Se trata de libros que transportan al lector a una atmósfera nueva, tienen una narrativa interesante y personajes bien construidos. Gabriela Pellegrino aconseja nunca simplificar demasiado una historia, sino más bien ofrecerla con toda su riqueza y vitalidad.

A modo de conclusión, Gabriela contó su experiencia al visitar algunas de las Bibliotecas Populares durante su estadía en Buenos Aires. Quedó maravillada con el espíritu cívico de las bibliotecas, las tareas de promoción de la lectura que realizan, su apertura a la sociedad y el hecho de ser un espacio de encuentro y de sociabilidad para las personas.

 

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