Los integrantes de la comisión directiva de la Biblioteca de Astra emprendieron un ambicioso proyecto de restauración de un antiguo edificio del barrio. La intención es convertirlo en una sala cultural abierta a la comunidad. Acaban de recibir un subsidio para comenzar con los trabajos.
Los integrantes de la Biblioteca de Astra obtuvieron a fines de 2013 el comodato del Cine Teatro Astra por diez años. Este fue uno de los primeros logros para concretar el ambicioso proyecto de recuperación del espacio que se plantearon.
En la actualidad, el cine es propiedad de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada, que fue vendido por la empresa petrolera cuando se retiró. La SCPL, al no contar con los recursos necesarios para ponerlo en condiciones, lo mantiene cerrado.
El cine “estaba sin mantenimiento y abandonado. En el barrio nos preocupábamos porque está ediliciamente en buenas condiciones y es una pena que se desperdicie un lugar tan necesario en Comodoro, para espectáculos artísticos” comenta la presidenta de la Biblioteca, Cristina Nievas.
“Hicimos un proyecto para obtener el comodato y lo presentamos a la cooperativa, y lo obtuvimos a fines de octubre del año pasado” agrega Mariela Garolini. El contrato de comodato es por 10 años y tienen un plazo de 3 para ponerlo en funcionamiento.
“Este espacio es necesario recuperarlo, como patrimonio y como lugar cultural -dice Cristina-. Empezamos por este, pero vemos que hay muchos espacios en Astra que hay que recuperar”, como el museo, el hospital y el mismo edificio donde funciona la Biblioteca.
El proyecto
Los integrantes de la comisión elaboraron un proyecto cultural que pretende, por un lado, recuperar el edificio de patrimonio histórico, y por el otro, elaborar un espacio cultural para la ciudad. “Queremos abrir sus puertas para que funcione como una sala” en la que se pueda hacer adelante obras de teatro, conferencias, conciertos.
Al lugar hay que hacerle varias reparaciones para adecuarlo a las normas de seguridad de cualquier lugar público. La intención es dar a conocer el proyecto para que los interesados en participar se sumen, y las instituciones que brindan fondos también estén interiorizadas de lo que se hará.
“A veces nos ponemos a pensar en qué nos metimos -confiesa Mariela. Con el ímpetu de trabajo y el envión vamos hacia adelante, pero este es un proyecto muy ambicioso y somos una institución chica sin fondos propios”. Sin embargo, destacan que por el momento han podido resolver los distintos obstáculos y su objetivo es llegar a fin de año con todos estos arreglos.
Un primer aporte
El gobierno provincial les otorgó el aporte de 1 millón de pesos, como parte del Programa Invertir Igualdad del Ministerio de Familia y Promoción Social. El dinero está destinado para concretar el comienzo de obra. La primera etapa es la restauración y el proyecto tiene un costo total de más de 3,5 millones de pesos.
“Desde el gobierno provincial, cuando se enteraron que llevábamos adelante este proyecto se pusieron en contacto con nosotros, y nos ofrecieron este subsidio” cuenta Cristina Garolini. Desde la comisión agradecieron particularmente a la funcionaria Ana Stingl que fue la que los asesoró con los trámites.
Existen ciertos arreglos que son prioritarios para habilitar el lugar. Entre ellos se encuentra reparar toda la instalación eléctrica, que data del año 1924, colocar salida de emergencia y refaccionar los baños.
Para continuar recaudando fondos presentarán propuestas a otras fundaciones y organismo encargados de destinar recursos para estos proyectos.